Un gran cambio en un pequeño rincón

La mesita de Inés había estado en su casa desde siempre. Era una herencia de familia y no se discutía su presencia en el hogar. Sin embargo su marido la miraba sin ganas. No le gustaba nada, y no había forma de convencerlo de por qué debía estar ahí. Tratando de conservarla por la carga afectiva que tenía y lo que significaba haberla pasado de una generación a la otra desde su abuela, Inés se animó a negociar: La mesita se quedaría en la casa pero le daría un toque distinto para que parezca otra.
Así llegó su consulta al mail de Viejos son los Trapos. En su mail Inés nos contaba que como tenía más muebles antiguos el ambiente quedaba un poco pesado, y terminaba con una frase que dio origen al título de este post: "Me gustaría darle un poco de "onda"... quizás jugar con el naranja u otro color que contraste... pienso que al renovar la mesita podemos hacer un gran cambio en este rincón". Junto con el mail, adjuntaba fotos del ambiente. Cuando vimos la pared naranja, se nos ocurrió de inmediato pintar la mesa de un color aguamarina para que el contraste fuera total y resaltara por sobre los otros muebles como un detalle de valor.
Aquí está el resultado. Esperamos que lo disfruten tanto como Inés, que cuando nos mandó esta foto para mostrarnos cómo quedó la mesa en su casa volvió a decirnos que sin dudas fue un gran cambio para un pequeño rincón.