lunes, 4 de julio de 2011

Campestre





Sabrina heredó esta silla de su abuela. Aprovechando que se mudó recientemente, decidió reciclarla para que forme parte de su nuevo hogar. Como pensó su casa en colores ocres y tierra, decidimos que la silla se integre como una más en el espacio que ocupará: su cuarto. Estos son las pequeños tesoros que me encanta rescatar, aquellos muebles que quizás para otros sean solo un detalle bien integrado al ambiente y para el dueño esconden un historia y un sentimiento de pertenencia.

Lo que vale la pena, vale la espera!






Deby se puso en contacto con Viejos son los Trapos a fines de 2010. Estaba en la dulce espera y preparando el cuarto de su bebita encontró una silla que creyó podía ir muy bien en el nuevo ambiente con un lavado de cara.
Cuando por fin coincidimos en un día y horario para la entrega de la silla, Deby dio a luz a Chiara. Días mas tarde volvió a contactarnos con la idea de poner manos a la obra. Pero la silla se hizo esperar una vez más. La tela que habíamos elegido en conjunto no llegaba, ya estaba pintadita y lista para ser retapizada pero faltaba lo principal: la tela!
Por fin después de 6 meses estamos en condiciones de decir qu el trabajo está terminado. La silla está en condiciones de disfrutar momentos felices con Chiara y su mamá. Y el dicho dice que lo que vale la pena, vale la espera.