lunes, 22 de agosto de 2011

y más.

En este mismo momento empiezo a pintar las mesas de luz de Lauri...

y hay más...

primer paso: encolado... hecho!
segundo paso: pintura... en proceso.

El poder del color


Sabri trajo la silla mecedora junto con otra silla, la campestre. Cuando la vi, me costó imaginar algo que pudiera quedar bien para semejante silla. No se me venía ningún color a la cabeza, pero estaba segura de que tenía que ser algo clarito, porque un color fuerte con una mecedora tan robusta, iba a quedar como un mueble demasiado imponente. Sabri me había contado que quería ponerla en la sala de estar de su casa, donde predominan los colores tranquilos, nada sobresale, todo es armónico. Juntas pensamos qué sería lo mejor e inmediatamente pensamos en un color celeste clarito, que no rompiera con la tranquilidad de la sala pero que pudiera darle un toque único. La silla fue de su abuelo, y ella quería conservarla como lo que había sido: una verdadera pieza única. Una vez decidido el color, Sabri me planteó la idea de hacerle algo en la parte de arriba, que la vuelva jovial. Le propuse hacer un decoupage y juntas buscamos el diseño más acorde. El resultado es el que ven en la foto. Me gusta trabajar en conjunto con los dueños de los muebles, me parece ideal pensar juntos ideas porque se juntan dos factores de los más importantes: creatividad y sentimiento.

En acción

Estamos trabajando sobre la mesa de Valentina. Tiene unos detalles alucinantes y con el proceso de lavado de la madera resaltan mucho más... Pronto va a estar terminada!

En el feriado... seguimos trabajando!

Trabajando sobre las sillas que Valentina quiere regalarle a su hermano!

sábado, 20 de agosto de 2011

Casa nueva, silla nueva.




Vicky y su marido llegaron al blog buscando mesas de luz para su nueva casa. Se casaron hace poquito e inmediatamente empezaron a soñar con el lugar que habitarían. La dedicación que le pusieron fue exclusiva, construyeron ladrillo por ladrillo su nueva casa. Cuando encontramos las mesas de luz adecuadas, empezaron a pensar en otros muebles para llenar y decorar el hogar. El marido de Vicky encontró una silla que era de su abuela e inmediatamente se la imaginó reciclada, lista para ser usada en la casa del matrimonio. Fueron ellos quienes eligieron la tela, el color de la pintura y hasta el color de las tachas que llevaría la silla. Vicky insistió en que fueran plateadas, y después de buscarlas por un tiempo por fin aparecieron. Así quedó la silla lista, después de mucho tiempo de trabajo. El día que su marido la vino a buscar fue, exactamente, el día de la mudanza. Se puede decir que esta silla los acompañará desde el primer día, literalmente. Que la disfruten.