domingo, 4 de julio de 2010

Como nueva



Josefina recibió la cooperación de su familia en el momento de amueblar su casa. Recién mudada empezó a recibir muebles que tenían su historia de años, pero ella se encargó de darle un toque con almohadones u objetos de decoración para poder personalizarlos y de a poco diluir el pasado que traían. La banqueta que nos dió era parte de esos muebles. Confiando al 100 % sobre el resultado de nuestro trabajo, nos la entregó con la libertad y el compromiso de elegir nosotras el color que mejor se adaptara a esta tela artesanal (hecha por VICZE). Atrás quedó la banqueta sin relleno, lastimada por clavos y con las patas comidas, tal vez, por alguna mascota. Hoy revivida seguramente llame la atención de las visitas, como si se tratase de un mueble nuevo. Le auguramos una estadía de muchísimos años y protagonismo. Y ojalá sea la favorita para sentarse de las visitas.

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